domingo, 20 de enero de 2008

EL NUMERO Y LO SAGRADO EN LAS GRANDES CIVILIZACIONES DE LA HISTORIA


La asociación entre el número y lo sagrado en las grandes civilizaciones de la Historia.
Egipto: En las márgenes del río Nilo, en el norte de Africa, floreció la civilización egipcia aproximadamente entre el siglo XXX a.C. y los primeros siglos de nuestra era. Laspirámides de Giza fueron erigidas por la IV dinastía, entre el 2550 y 2480 a.C3.
Fueron construidas como parte del culto al faraón, puesto que eran su residencia o morada eterna en la otra vida.
Se ha interpretado de diversas maneras el significado de estas obras monumentales.
Según C. Dukelsky4 "...las pirámides representaban la posibilidad de ascender al cielo,
de conectar lo terrenal con lo celestial...". La forma piramidal se asociaba a los rayos
solares, que caen oblicuamente sobre la tierra, y que el faraón usaba como rampa para
ascender al cielo. Esta forma simbolizaba también la montaña primordial que emerge de las
aguas en la cosmogonía egipcia. Esta cosmogonía fue formulada en el momento de unificacióndel Alto y Bajo Egipto (hacia el 3000 a.C.) y explica el origen del universo. Según este mito,antes del cosmos ordenado existía un océano en la oscuridad. Atum, Señor de Heliópolis, creador del universo y dios sol, se posó en un montículo emergente de este océano.
Este montículo primordial tomó la forma de una pirámide5. La pirámide es así el orden que surge del caos.
La construcción de las pirámides respondía a una forma geométrica pura y se orientaba escrupulosamente según los cuatro puntos cardinales: "...La idea de perfección celestial estaba implícita en la forma geométrica pura y en su cuidadosa ubicación en relación al universo: la disposición de las pirámides está vinculada con los puntos cardinales y sus ejes coinciden con estas direcciones...".
Para N. Schulz, orden y constancia son los términos que mejor caracterizan la arquitectura monumental egipcia. Las pirámides parecen ser la concreción de este ideal de orden eterno. Dos hechos naturales orquestaban, con su eterna regularidad, la vida de toda una civilización: el recorrido de sur a norte del río Nilo, y el recorrido de este a oeste del sol. La marcha del sol, regulaba los ritmos diarios. La crecida del Nilo, los ritmos estaciónales. Por lo tanto, estos dos hechos simbolizaban la presencia concreta del orden divino en la vida cotidiana. El orden era, para los egipcios, algo sagrado, en tanto que era impuesto por los dioses. Y este orden se representaba simbólicamente en la arquitectura monumental. De esta manera, la arquitectura monumental egipcia reproduce el cosmos organizado, y por eso debe, a su vez, organizarse con la perfección del número.
Efectivamente, las pirámides están organizadas según el número. Herodoto aprendió de los sacerdotes de Heliópolis una serie de relaciones entre sus planos. Una de estas relaciones dice que el cuadrado de la altura de la pirámide es igual al área (superficie) de cualquiera de sus caras triangulares. Si h es la altura de la pirámide, 2b es la base y x la altura de cualquiera de sus caras triangulares, entonces esta relación puede expresarse como:
h² =b .x

Esta relación se conoce como Relación de Herodoto. Por otro lado, aplicando el Teorema de Pitágoras se obtiene una segunda relación, común a cualquier pirámide:
x ² = b² + h²
Combinando ambas ecuaciones se obtiene la siguiente relación entre la altura de la pirámide y uno de los lados de su base:
h²/b² = 1 ,618 .... es el número de oro, cantidad irracional.
EL NUMERO Y LO SAGRADO

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